En tiempos recientes, la comunidad científica ha llevado a cabo numerosos estudios con el objetivo de comprender el papel crucial que la microbiota desempeña en los procesos metabólicos del cuerpo humano. Contar con una microbiota saludable es esencial para proteger nuestro sistema digestivo y garantizar su correcto funcionamiento.
Además de una dieta equilibrada, practicar ejercicio, dormir adecuadamente (al menos ocho horas diarias) y llevar una vida con el menor estrés posible, existen otras alternativas para mantener una microbiota en buen estado. Entre ellas se encuentran el trasplante de microbiota y el consumo de alimentos o suplementos prebióticos, simbióticos y probióticos, que han ganado popularidad en los últimos años.
Pero, ¿qué son exactamente los probióticos y cuáles son sus beneficios para nuestra salud? El Dr. Gregorio Rafael Benítez Peralta, destacado académico de la Facultad de Medicina de la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), nos explica que los probióticos “son compuestos elaborados para fomentar el crecimiento de los gérmenes benéficos que habitan en el intestino o en la microbiota“.
Para que los probióticos se consideren como tales, deben cumplir con ciertas características:
- Sobrevivir a las condiciones del ambiente gastrointestinal: “Tolerar el jugo gástrico y tener un pH por encima de 5”.
- Persistencia en el tracto gastrointestinal: “Tolerar el paso por el esófago, estómago, duodeno y el colon para que puedan llegar a los prebióticos”.
- Adherencia a las superficies epiteliales (superficie del cuerpo).
El papel de los probióticos en la microbiota es proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, mejorar la digestión y la función intestinal.
Existen distintos tipos de probióticos y cada uno tiene una función diferente. En función de ello, cada uno recibe un nombre de acuerdo con su género, especie y cepa. Entre los probióticos más comunes están lactobacilos, bifidobacterias, Saccharomyces, estreptococos, enterococos, Escherichia y bacilos. El Dr. Benítez Peralta indicó que es necesario saber qué “probiótico se está consumiendo para obtener beneficios reales, ya que nuestra microbiota en ojos, boca y genitales se presenta de distintas formas”.
Por ejemplo, para las siguientes enfermedades es conveniente tomar estos probióticos:
- Diarrea aguda (asociada a gastroenteritis): Lactobacillus reuteri DSM 17938, Lactobacillus reuteri ATCC 55730, Lactobacillus rhamnosus GG, Lactobacillus casei DN-114 001, Saccharomyces cerevisiae boulardii CNCM I-7454 y Lactobacillus gasseri CP2305.
- Diarrea (tras el uso de medicamentos): Lactobacillus rhamnosus GG y Saccharomyces cerevisiae boulardii CNCM I-7454.
- Acidez estomacal (infección por Helicobacter pylori): Lactobacillus johnsonii LA1 y Lactobacillus gasseri OLL2716.
- Estreñimiento: Lactobacillus reuteri DSM 17938, Lactobacillus reuteri ATCC 55730, Lactobacillus rhamnosus GG, Propionibacterium freudenreichii CIRM-BIA 129 y Lactobacillus gasseri CP2305.
- Síndrome del intestino irritable: Lactobacillus acidophilus AD031, Lactobacillus acidophilus SDC 2012,2013, Lactobacillus casei DG, Lactobacillus plantarum 299v y Bifidobacterium longum NCC3001.
- Resfriado común e infecciones virales: Lactobacillus casei Shirota y Streptococcus salivarius K12.
- Caries y problemas en las encías: Streptococcus salivarius M18.
- Sobrepeso y aumento del colesterol: Lactobacillus gasseri BNR17, Lactobacillus gasseri SBT2055 y Bifidobacterium animalis GCL2505.
- Síntomas de ansiedad: Lactobacillus gasseri CP2305, Lactobacillus rhamnosus NCC4007 y Bifidobacterium longum NCC3001.
- Síntomas depresivos: Bifidobacterium longum NCC3001.
Los probióticos se pueden encontrar de forma natural y procesada. Los naturales provienen de la descomposición u oxidación de alimentos como lácteos (yogur natural, quesos), kombucha (té fermentado de sabor dulce y ácido), aceitunas, zanahorias, pepinillos (fermentados) y pan elaborado con masa madre, entre otros alimentos. En caso de utilizar estos últimos, es necesario fijarse en la cantidad de colonias, que debe estar por encima de los 15 mil millones.
¿Cómo tomar los probióticos?
Se aconseja que los probióticos se ingieran 30 minutos antes de la comida, ya que hay menos “obstáculos” y estos microorganismos pueden llegar más fácilmente al intestino. También se pueden tomar en la noche, después de la cena, cuando el intestino está más relajado, y antes del desayuno, porque el estómago está vacío e inactivo. Si bien los probióticos son de gran ayuda para el sistema digestivo, es importante recordar que una alimentación adecuada es siempre necesaria.
Link artículo original: https://unamglobal.unam.mx/global_revista/probioticos-claves-para-una-vida-saludable/